Retratos de una deuda, 2023

MassMoca artist recidence

Fotos Juan Carlos González

GARVIN SIERRA, IMPRESCINDIBLE

por Nelson Rivera


…no en tinta de academia, sino en mi propia sangre.

--José Martí

Váyanse al carajo, yanquis de mierda.

--Hugo Chávez


Retratos de una deuda (2023-24) utiliza como medio la impresión en papel termal. Específicamente, el papel utilizado en los recibos de compra, y estampado con las mismas impresoras de los comercios. Este muy perecedero medio es el más exacto para examinar la situación que Garvin Sierra aquí desmenuza: el despacho y reventa de una nación. El medio gráfico escogido es, por tanto, íntegramente cónsono con el asunto que trata. 

Sierra atiende el problema de la deuda mediante la apropiación y reagrupación de materiales ya conocidos. Por un lado, imágenes de sucesos y retratos de figuras que tanto ayer como hoy conforman nuestra trayectoria como nación, y por otro, la palabra, tomada de textos populares, de la mercancía de masas, y de la literatura. Igualmente, entrelaza nuestras artes con el uso de imágenes icónicas de Francisco Oller, Antonio Martorell, Jack Délano, y estampas pop provenientes de tebeos. En estas crónicas hilvanadas por Sierra, conviven en el mismo espacio retratos de gobernadores coloniales, de trabajadores explotados, de taínos y de héroes patrios, junto a textos de Baby Rasta, Gringo, Tempo, Ñengo Flow y Abelardo Díaz Alfaro. Burundanga, para resumir. 

Al congregar tantos documentos, Sierra no repara en introducir asuntos tan efímeros como efímera es la tinta sobre el papel termal: el listado de nombres de los participantes del infame “chat” de Rosselló, el “Muerto Parao”, el título de una exposición del National Portrait Gallery en Washington, D.C. Lo perecedero, pero adjuntado a lo imborrable: los dos muchachos asesinados por el gobierno en el Cerro Maravilla, las dolorosas e innecesarias muertes tras el paso del huracán María, la tortura a Don Pedro Albizu Campos, la poderosa Blanca Canales blandiendo un rifle, nuestros cuatro héroes tras su glorioso asalto al criminal Congreso del terrorista país estadounidense. 

Sierra expone una abundante diversidad de materiales con la convicción de que sus espectadores, inteligentes todos, se darán a la libre tarea de atar cabos, interrogar su historia. Principalmente, la instalación se ofrece como ejercicio descolonizador, con el fin de facilitarle a la comunidad el reconocimiento de que nuestra situación actual no es una fatalidad inapelable, sino un plan ardido por nuestros enemigos y, por tanto, combatible, vulnerable, transformable. 

Si fuéramos a resumir las características que definen el arte de Sierra, diríamos que manifiesta un compromiso con las necesidades políticas y sociales de su colectividad. Confía en el poder expresivo tanto de la imagen como de la palabra. Conecta la experimentación técnica con los asuntos críticos que trabaja. Se nutre de la comprensión y pertinencia de la actividad artística que lo antecede. Vincula su labor a la historia nacional para incidir en ella. Vistas las características anteriores, no marcha en un vacío nuestro artista, pues todas estas definen también a uno de los más singulares regalos de Puerto Rico a la humanidad, el arte gráfico puertorriqueño. Sierra ya se ha labrado un preciado espacio en la historia de ese legado. Por ello, ninguna exposición de gráfica está completa sin su obra. Privada de su arte, tal muestra será idéntica a la autoridad colonial: fraudulenta. 

Garvin Sierra, imprescindible.